Celia Salazar
        Colectivo de Mujeres
        El Alto, Bolivia

“Estuvimos en las calles 12 días, sin nada que comer y tuvimos que alimentar
a nuestros niños.”

Orígene
Celia nació dentro de una familia minera rural en Bolivia. Ella perdió a ambos
padres en las minas – a su madre por una afección pulmonar, y a su padre
en un accidente. Migró a El Alto y se concentró en sostener tres niños hasta
que su participación como conductora de su cuadra la llevó a la organización
de su vecindario. Cuando Celia logra unos primeros éxitos en modestos
proyectos de infraestructura, elevó su acción al ámbito de las políticas locales.

Ruta de Vida
Trabajando en el Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, Celia
conoció a otras líderes alteñas, muchas de las cuales habían experimentado
la discriminación e incluso de abuso sexual debido a su posición como
organizadoras comunitarias. Para combatir esto, Celia ayudó a forjar una
alianza entre la municipalidad y Gregoria Apaza para crear una escuela de
liderazgo fundada por la misma municipalidad. Muchas de las mujeres
involucradas experimentaron una creciente confianza. Cuando estas mujeres
llegaron al grupo luego de haber sido golpeadas por sus esposos, el grupo en
su conjunto iba a la casa de la víctima y hacían pintas en la pared, “agresor” y
“golpeador de mujeres”, para avergonzar al esposo. Muchas mujeres
involucradas se divorciaron de sus esposos, incluyendo a Celia. “Como
mujer sola, he comenzado a confrontar los retos de la vida”, comentaba
Celia orgullosa.

Como Lideresa
Celia ayudó a fundar el Colectivo de Mujeres y comenzó a organizarlo
alrededor de temas relacionados a recursos naturales. Cuando el presidente
boliviano se inclinó por mover la exportación de las reservas de gas natural
de Bolivia, Celia y sus colegas tomaron las calles en julio de 2003, tres meses antes de las mobilizaciones de octubre. Ellas usaron pancartas hechas en casa y pintaron mensajes para educar a El Alto acerca del negativo impacto de la privatización de gas natural. Las protestas crecieron hasta envolver toda la ciudad y Celia estuvo en las líneas al frente de esta movilización, organizando barricadas, marchas y comidas comunales. A pesar de los más de 65 muertos civiles en el Alto durante estos enfrentamientos con el Estado, la movilización derrocó al presidente y detuvo el plan de exportación.

Retratos y Biografías

        Isabel Atencio
        Colectivo de Mujeres

        El Alto, Bolivia


“Amo servir a mi comunidad. Esos son
mis
mejores días como líder,
consiguiendo cosas
hechas, trabajando bajo un gobierno amigable.”

Orígenes
Habiendo perdido a sus padres de niña,I
sabel
fue llevada con su abuela en Tembladerani, en
el estado de La Paz, donde finalizó su colegio y
se casó a la edad de 18 años. Cuando Isabel
se movió a El Alto en 1985, sus casas sencillas
en el vecindario fueron solo de paredes,
careciendo de pisos y techos. Esto la motivó
a involucrarse y trabajar por el progreso de la
vivienda e infraestructura.

Ruta de Vida
Isabel y sus vecinos comenzaron a organizar la
compra de títulos de tierra a un precio bajo. La
batalla tomó 18 años, así entre 1986 y el 2004
trataron de negociar una reducción del precio promedio del lote en 98% -de un imposible precio original de US$15,000 a un precio de oferta de sólo US$300. Después de visitar la escuela de líderes de Gregoria Apaza el 2002, Isabel ayudó a formar el Colectivo de Mujeres y lo direccionó en temas tales como la participación política de las mujeres, autoestima personal, y sobre la privatización de recursos naturales en Bolivia. El grupo decidió propagar información a través de su proprio pequeño periódico.

Como Lideresa
Durante la batalla del gas natural en el Alto en Octubre del 2003, cuando cientos de miles de Alteños se movilizaron, una de las primeras batallas se dio en la calle Nestor Galindo en frente de la casa de Isabel. Los vecinos bloquearon la calle para detener a los soldados en el transporte del gas natural a través del Alto, y la violencia continuó ente vecinos y soldados. En el 2010, Isabel concluyó su cuarto período
de dos años como presidenta del vecindario. Ella representa a alrededor de 1,500 personas y continúa enfocándose en el desarrollo de infraestructura.

        Luisa Crespa
        Consejo Ejecutivo de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto
        (FEJUVE)
        El Alto, Bolivia

"No soy de ese tipo de mujeres. Yo hablo claramente. Fui a las oficinas de
Aguas Illimani. Hice pedidos. Aprendí y discutí. Yo hice el trabajo.”

Orígenes
Nacida cerca del Centro Minero Corquiri en El Alto, Luisa Crespa pasó su niñez
en pobreza, inicialmente sin servicios como agua o electricidad. De sus padres,
quienes co-fundaron la comunidad de Urbanización Corquiri en 1998, Luisa
aprendió la importancia del activismo. Después de recibir entrenamiento en
liderazgo de la ONG Gregoria Apaza, ella se involucró políticamente, sirviendo
de secretaria vecinal hasta que la pusieron en camino de la presidencia en el
consejo vecinal.

Ruta de Vida
Una vez elegida presidenta del vecindario, Luisa asistió al Congreso de la
Federación de Juntas Vecinales de El Alto (FEJUVE) el 2002, como la única
mujer dentro de la delegación de 20 personas de su distrito. Revisando la lista
de nombre de delegados, Luisa se erizó al percatarse que su nombre aparecía
al final de la lista, como si fuera la persona menos importante por ser mujer.
Ella rompió la lista en tiras y “solicitó” una nueva lista. En el 2003, Luisa dirigió
la participación de su vecindario en la histórica revuelta “Guerra del Gas” que
paralizó la ciudad de La Paz y forzó al gobierno a revertir la privatización de
gas natural.

Luisa lamenta que a pesar que muchas mujeres estaban deseosas de protestar
en la calle, muy pocas se toman el tiempo de pedir y formular propuestas
viables, como una asequible provisión de agua de la corporación Agua Illimani.
En el 2005, sin embargo, Luisa y miles de otras alteñas tomaron otra vez las
calles para presionar a Aguas Illimani para mantener tarifas razonables.

Como Lideresa
Ahora como una de las 54 representantes electos dentro del consejo ejecutivo del FEJUVE, Luisa ayuda dirigiendo esta organización que representa a medio millón de habitantes, como una de las sólo ocho mujeres en el consejo. Dentro del FEJUVE, ella busca equilibrar las decisiones políticas al más alto nivel, además, agitando una mayor inclusión de líderes mujeres en la organización.

        Norah Quispe
        Acción Ciudadana, Centro de la
        Promoción de la Mujer Gregoria Apaza
        El Alto, Bolivia

"
No mediamos nuestra esfuerza sino el
esfuerzo era de todas así, con mucho cariño,
mucho compromiso.”


Orígenes
Norah Quispe creció escuchando de sus padres
historias acerca del significado de ser una
indígena boliviana y aprendiendo del valor del
trabajo esforzado y la educación de su madre.
Una de las más fuertes memorias de niñez fue
cuando los militares recluían forzosamente a los
hombres jóvenes de su vecindario para servir al
ejército en conflictos a los que la familia de Norah
se oponía. Después de finalizar el colegio en 1989,
Norah trabajó en el área de salud relacionada a
prácticas de cuidado de tradición Aymara en el
Centro de Cultura Popular y en 1991 comenzó a
estudiar trabajo social en la Universidad Mayor
de San Andrés, manteniéndose a sí misma trabajando por las noches.
 
Ruta de Vida
Cuando trabajaba en un vecindario afligido por la tuberculosis, Norah se sintió fuertemente afectada por la muerte innecesaria de gente pobre, quienes no accedían a un cuidado médico adecuado. Una conferencia en Perú acerca los 500 años de resistencia de dominación colonial y sexismo llevó a Norah a politizarse más profundamente. Ella era escéptica de los grupos de justicia social y que predicaban la equidad de género, pues trataban a sus miembros mujeres como de segunda clase. Comenzando el 2001, Norah trabajó para el Centro de Desarrollo de la Mujer Aymara Amuyt’a, permitiéndole reconectarse con su herencia Aymara, su lenguaje, y ayudándola a desarrollar una voz pública a través de periódicos y noticieros radiales.

Como Lideresa
Norah dejó su posición como presidenta de Aymara Amuyt’a en el 2007 para trabajar por Acción Ciudadana, una ONG que provee trabajo y entrenamiento en liderazgo a mujeres. Ella enfatiza la inclusión del trabajo con las bases, dándole igual atención a las necesidades y contribuciones de la mujer tanto en organizaciones urbanas como rurales. Norah está trabajando actualmente en un Maestría en Sociología y Desarrollo Socioeconómico desde el Instituto de Investigaciones Sociológicas, donde se enfoca en movimientos urbanos y política ideológica y participación de mujeres indígenas. Ella planea empezar su propia organización para apoyar a la gente indígena.

        Benita Pari
        Director de la Unidad de Mujer
        El Alto, Bolivia
        

"Yo quiero trabajar con la base—con todas las mujeres alteñas.”

Orígenes
Nacida en 1977, Benita se movió del altiplano a El Alto cuando tenía 20 años
de edad. Ella no podía hablar español y la transición fue difícil, pero trabajó
duro para terminar sus estudios básicos en una escuela nocturna, terminando
luego la escuela superior en tres años. Durante este tiempo, también trabajó
en una fábrica de almendras con otras 170 mujeres.

Ruta de Vida
En el 2000, Benita trabajó para el Servicio Integral para el Desarrollo de la Mujer,
d
onde atendió la equidad de género y los programas de apoyo municipales.
Debido a su bajo grado educativo, sin embargo, Benita no se sentía segura
de sí misma en su posición. El jefe de Benita la animaba para que siga un
programa de educación superior en Estudios Aymaras. Por otro lado, su padre
no la apoyaba, afirmando que las mujeres debían trabajar en casa, pero Benita
se decidió por asistir a la Universidad Mayor de San Andrés.

En las elecciones del 2002, Benita trabajó para un candidato a diputado del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Sin embargo, este no consiguió
tal posición, sino que se convirtió en Prefecto de La Paz, y contrató a Benita
como secretaria para coordinar el trabajo entre la ciudad de la Paz y las
provincias aledañas. En el 2006, Benita fue contratada para enseñar Aymara
a los funcionarios de gobierno, una posición que la hizo conocida entre los
trabajadores de la municipalidad.

Como Lideresa
En el 2008, el alcalde de El Alto, Fanor Nava Santiestevan, ofreció a Benita el
puesto de directora de la Unidad de la Mujer de El Alto, una organización
gubernamental que ofrece servicios legales y consejería a mujeres en El Alto.
Benita trabaja con un equipo que incluye un trabajador social, un psicólogo, un abogado, y un administrador. Ella supervisa dos oficinas, las cuales atienden de manera combinada a 400 personas por mes, la mayoría víctimas de la violencia doméstica. Benita está en proceso de crear un proyecto de prevención de abuso doméstico y campañas de educación, una tarea que considera difícil en una sociedad machista como
en El Alto.

        Rosa Queso
        Coordinadora de la Unidad de la Mujer del gobierno municipal
        El Alto, Bolivia

"Mi fuente es mi campo acá.”

Orígenes
Rosa proviene de la provincia rural de Ingavi y emigró a El Alto en 1986 para
encontrar una mejor vida. En 1987, tuvo una mala caída que la llevó a
permanecer en cama en el hospital por un año. Ella creía que nunca caminaría
nuevamente, pero ya ha conseguido una cercana recuperación total de sus
facultades. Después de recuperarse de esta fractura, Rosa comenzó a trabajar
con organizaciones de mujeres concentrándose en equidad de género, violencia
doméstica, apoyo a mujeres indígenas, y grupos de artesanos.

Ruta de Vida
En 1989, Rosa trabajó como promotora de capacitación técnica en el Centro
de Promoción de la Mujer Pachamama, donde fue responsable de implementar
talleres sobre equidad de género y violencia doméstica. Igualmente condujó
talleres sobre derechos de la mujer y violencia doméstica. Rosa luego llegó a
ser líder en la organización de su vecindario en la zona de Atalaya en El Alto,
y sirvió dos gestiones como presidenta de Atalaya (2004-08). En el 2006, Rosa
fue electa vice-concejal, cargo municipal del quinto distrito en El Alto (con una
población de 90,000). De un conjunto de 49 potenciales candidatos, Rosa fue
la única mujer.

Como Lideresa
Rosa ahora trabaja en la Unidad de la Mujer, un departamento del gobierno
municipal de El Alto, donde se enfoca en la prevención de la violencia doméstica

y la provisión legal de servicios a la gente que ha experimentado este tipo de
agresiones. A pesar de estos esfuerzos, Rosa ha observado un incremento de
la tasa de violencia doméstica. Su oficina recibe alrededor de 25 personas por
día, la mayoría mujeres, quienes han sufrido violencia doméstica. Rosa está
persiguiendo simultáneamente el grado de master en trabajo social.

        Rosa Rodríguez
        Vocera para la Coalición por la Defensa del Agua
        Quito, Ecuador

“Para mí, para involucrarme en los procesos de cambio social no fue una opción
enorme, sino que me crie viviendo así...tratando a la gente como compañeros.
Era muy normal.”

Orígenes

Rosa creció en el Ecuador y comparti la vida rural, donde sus padre involucró
como activista de comunidades campesinas e indígenas. Rosa, quien es de
herencia mestiza, invirtió una gran cantidad de tiempo en los hogares de
gente indígena, y esta experiencia la radicalizó en cuanto a la exposición
al racismo y las injusticias económicas que padece la población indígena
de Ecuador.

Ruta de Vida
Como estudiante universitaria en los años 70s, Rosa estuvo activa en temas
como sindicalización y organizó campañas para apoyar a las víctimas de la
violencia política en Nicaragua y El Salvador. Durante la época represiva del
presidente Febres Cordero (1984-88), ella ayudó a fundar el movimiento
guerrillero ecuatoriano Alfaro Vive Carajo. Debido a su “subversivo” activismo,
Rosa fue encarcelada por un año, y algunos de sus compañeros fueron muertos.
S
u camino la llevó a continuación a Uruguay, donde ella apoyó el trabajo en una
cooperativa y
trabajó en una radio radical y prensa escrita. En 1992, retornó a
Quito para unirse al levantamiento indígena ecuatoriano contra del neoliberalismo.

Como Lideresa
En el 2004, mientras trabajaba para el periódico alternativo Tintaji, Rosa
investigó el plan de la alcaldía para privatizar la provisión de agua en Quito.
Rosa publicó un artículo exponiendo el plan y retando a la corporación
PricewaterhouseCoopers. El artículo de Rosa impulsó la formación de la
Coalición por la Defensa del Agua, un grupo de organizaciones no jerárquico
que derrotó el plan de privatización. Rosa sirvió como una organizadora clave
y como vocera para la Coalición durante la batalla entre 2004-07. Ella ahora dirige
la sección para Ecuador de una ONG internacional.

        Blanca Chancoso
        Coordinadora de la Escuela de
        Formación Política de Mujeres Líderes
        "Dolores Cacuango," Ecuarunari
        Quito, Ecuador

“Iba creando en mi un pensamiento, un espíritu
de hacer algo por mi pueblo, de mostrar los
valores de mi pueblo.”

Orígenes
Blanca es una de las más reverenciadas y
conocidas activistas indígenas en Ecuador; ha
trabajado en el movimiento indígena desde 1970,
ganando reconocimiento internacional para su
trabajo por la igualdad social. Blanca viene de
una familia de trabajadores agrícolas, quienes
laboraron en un rancho en la provincia de
Imbabura. Su padre fue la única persona en
la familia, quien trató de liberarse a sí mismo
de esa vida trabajando en la construcción. Ella
creció con el “espíritu de rebeldía,” esperando
ayudar a la gente y valorar su herencia indígena.

Ruta de Vida
En 1973, Blanca recibió un grado educativo superior y llegó a ser profesora. Ella observaba que sus estudiantes indígenas eran vulnerables al abuso y la explotación debido al racismo y la carencia de habilidades en el idioma español. Blanca comenzó a organizar a la comunidad, manteniendo encuentros de discusión sobre estos problemas, recapturando el valor de la gente indígena, y tratando de resolver estos problemas internamente. Mientras los miembros de la comunidad indígena apoyaban su activismo, algunos miembros no indígenas de la comunidad la persiguieron y trataron de expulsar. Sin embargo, como una muestra de la envergadura de su activismo, ella fue ganando gradualmente una reputación como organizadora dirigente, y decidió dejar de enseñar y enfocarse enteramente a la batalla por los derechos indígenas.

Como Lideresa
La trayectoria de Blanca como activista rápidamente la llevó a las más altas esferas dentro del poder indígena en Ecuador. Ella cofundó la Federación Indígena de Imbabura, un grupo que pronto emergió con la organización indígena de masas Ecuarunari; en esta última sirvió como Secretaria de Prensa, Secretaria de Salud, y luego como Secretaria General de Ecuarunari, un puesto que mantuvo por dos períodos (1979-83). En el 2010, ella era la única mujer en haber mantenido la posición ejecutiva más alta dentro de la organización. En 1986, ella ayudó a fundar y fue la primera Coordinadora de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), y mantiene posiciones claves durante la siguientes dos décadas. Desde el 2003, Blanca ha liderado la Escuela de Formación Política de Mujeres Líderes "Dolores Cacuango”, la cual apunta a fortalecer a las comunidades con el empoderamiento de las mujeres. Blanca es frecuentemente citada como una de las más poderosas mujeres en Ecuador.

        Magdalena Aysabucha
        Dirigente (Directora) de la Mujer y la Familia en Ecuarunari
        Quito, Ecuador


"Yo por mí, como mujer, no bajaré la voz."

Orígenes
Magdalena ha sido una persona activa en la lucha por los derechos de la mujer
e indígenas desde 1986, cuando dirigió el proyecto de agua potable en su
comunidad de San Pablo de Santa Rosa en la provincia ecuatoriana de
Tungurahua. Con mucha gente “mareada” en la nieve debido al reto físico
de colectar agua, Magdalena identificó esta necesidad en infraestructura como
una de las prioridades más apremiantes dentro de su comunidad. Organizando
once comunidades indígenas en la Sierra en las que participaba a su vez,
Magdalena implementó exitosamente el proyecto de agua potable Francisco
Gangotena, provisto de conexiones de agua para miles de personas.

Ruta de Vida
En 1990, Magdalena formó un grupo de mujeres que empezaron un banco
comunal, trabajando en unas tierras donadas para agricultura y en artesanía
para generar fondos que proveían de pequeños créditos para involucrar a las
mujeres. A pesar del sexismo y machismo existente por parte de los hombres
de la comunidad, Magdalena y el grupo de mujeres continuaron peleando por
los derechos de la mujer. Reconocida por su trabajo como una activista
comunal, Magdalena llegó a ser presidente de San Pablo de Santa Rosa
con 180 familias. Este activismo complementó su involucramiento en el
movimiento indígena nacional, y asistió a la Escuela de Formación Política
de Mujeres Líderes "Dolores Cacuango" y ha sido parte de encuentros
internacionales por los derechos indígenas.

Como Lideresa
Después de graduarse de Dolores Cacuango en el 2005, Magdalena fue elegida
en votación como Dirigente de la Mujer y la Familia en Ecuarunari, una
organización indígena que representa a 500,000 personas a lo largo de la
Sierra de Ecuador. Magdalena está a cargo de 14 provincias, cada una de
las cuales tiene su propio delegado de su consejo directivo. Ella trabaja en la escuela Dolores Cacuango para educar y empoderar a las mujeres líderes, promover los cultivos agrícolas, asegurar condiciones justas para los artesanos, y ha abierto centros de cuidado infantil
a través de la Sierra. Magdalena dice que continuará la pelea para crear derechos iguales para todos dentro de Ecuador.

        María Hernández
        Presidenta de Mujeres por la Vida
        Quito, Ecuador


“[Con la nueva Constitución], nos toca pelear en la ley.”

Orígenes
A la edad de 14, María Hernández comenzó su involucramiento político a través
de un grupo cristiano en su vecindario quiteño, Menadoz. Cuando era estudiante
escolar, María trabajó casi a tiempo completo organizando su comunidad. Ya de
adolescente, María estuvo embarazada y ayudó a formar la Unión de Mujeres
Taki, la cual promueve la educación preventiva acerca de la salud de la mujer.
Ella remarca el nacimiento de su hijo como el momento más importante de su
vida. Aunque su maternidad la forzó a posponer su educación, esta también
renovó su compromiso hacia un activismo en nombre de las madres y sus hijos.
A pesar del cada vez mayor y expansivo alcance de su agenda política, el
activismo político de María continúa siempre orientado a las necesidades
de la mujer.

Ruta de Vida
En 1988, las fuerzas militares del Estado mataron a un niño del vecindario de
María durante una protesta, impulsándola dentro de la acción política y liderazgo
que la llevó a la Coordinadora Popular de Quito. En 1995, María cofundó la
invasión ilegal de tierras que originaron el asentamiento de San Juan Bosco
de Itchimbía, el cual ella dirigió de 1996 al 2006. Bajo el liderazgo de María,
Itchimbía fue pionera en estrategias de sensibilidad ecológica para implemen-
tación de casas y empleo, ambos autogenerados. En el 2004, su nivel de
activismo en el vecindario culminó en su elección como vice-alcaldesa en
el Consejo Metropolitano de Quito.

Como Lideresa
Ahora como presidenta de la organización nacional de Mujeres por la Vida
(MPLV), María fue una vocera avocada a los derechos por la mujer durante la
Asamblea Constituyente del 2008 y la exitosa campaña para aprobar la
Constitución, ayudando en elaboración de los artículos para el reconocimiento
de las trabajadoras domésticas como legitimación de su trabajo que merece una retribución y beneficios de seguridad social. A pesar de estas ganancias, ella lamenta que Ecuador continúe fallando en el reconocimiento del acceso al aborto como un derecho legal y de protección. Bajo su liderazgo, MPLV ha sido medular en Foro Urbano, una organización política de rápido crecimiento que jugó un rol clave en el proceso de la Constitución del 2008 y continúa trabajando en un nivel nacional de la política.

        María Quispe
        Directora de Talleres de Liderazgo, Mujeres por la Vida
        Quito, Ecuador

“Al estar en la casa--no, me falta algo.”

Orígenes
Desde que era joven, María Quispe ha estado involucrada en su comunidad
quiteña de Pichincha, dedicándose a sí misma a mejorar la provisión de
campamentos de verano para niños pobres, sirviendo como una líder
comunitaria, y eventualmente llegando a ser secretaria y luego presidenta
de su comunidad. María fue también parte de un grupo de teatro apoyado por
el gobierno municipal de Quito, el cual provee de programas de educación
para 2,000 jóvenes y adicionalmente de 8 a 10 mil niños. Este movimiento
juvenil jugó un importante rol en detener la opresión del ala derecha del
presidente Febres Cordero (1984-1988). A pesar de su deseo, María nunca
pudo culminar el colegio.

Ruta de Vida
Una combinación de su trabajo en los pobres vecindarios en Pichincha y sus
estudios sobre los procesos políticos de izquierda en Nicaragua, El Salvador,
y Cuba la llevaron a María a una radicalización. Después de trabajar con el
movimiento joven de Quito, ella trabajó desde 1992 hasta 1998 con movimientos
indígenas en Chimborazo (en el sur de Ecuador) al lado del “obispo de los
pobres”, Monseñor Leonidas Proaño. Durante este tiempo, María comenzó
una identificación muy fuerte con las luchas de la mujer en contra de la
discriminación, particularmente en el caso de las mujeres indígenas. Ella
se ha conducido activamente bajo los principios de la teología de la liberación,
tanto para la discriminación basada en género, etnicidad, y de estatus
socioeconómico.

Como Lideresa
Ahora, María dirige los programas de desarrollo personal y apoyo en Mujeres
por la Vida y Foro Urbano. Ella organiza una escuela política de liderazgo para
mujeres enfocada en identidad de género, teoría de los movimientos feministas,
historia nacional desde la conquista, democracia y desarrollo, y organización y
liderazgo. Cada mujer está encargada en diseñar su propio estilo de liderazgo e
involucramiento con su comunidad.

        Sara Proaño
        Encargada de usuarios de salud por Foro Urbano
        Quito, Ecuador


“Empezamos a crear un vocabulario que nos hace visibles.”

Orígenes
A pesar de que Sara Proaño nació y creció en un barrio pobre de Quito,
Toctiuco, su familia pertenecía a la clase media y “bien educada”, con
lo cual ella llegó a ser doctor, y pudo adquirir autos caros y educación
privada para sus niños. “Yo mantenía ideas neoliberales,” comenta Sara,
“y pensaba sólo en obtener más y más dinero.” Ella había oído sobre las
invasiones de tierra en comunidades y creyó que tales habitantes
eran delincuentes.

Ruta de Vida
El crecimiento del crimen local provocó que se involucre en su barrio. Cuando
en su vecindario crearon comités para fomentar la solidaridad comunal, Sara
comenzó a hacerse a sí misma preguntas difíciles sobre su propia posición
dentro del vecindario ¿Por qué pensaba ella que era mejor que otra gente sólo
por ser doctor? Sara llegó a ser presidente de la Brigada de Seguridad Francisco
Pincote Chambe, la cual tuvo éxito en erradicar el crimen juvenil en la
comunidad de 55-familias. Luego, en el 2002 llegó a ser la única mujer en
el gobierno de Toctiuco. Sara asistió a un curso de 10 meses en la Escuela
Permanente de Mujeres Líderes y cambió su identidad hacia la de una activista
comunal. Escuchando a las otras mujeres –algunas de ellas analfabetas– una
explicación elocuente acerca de los efectos del neoliberalismo en la economía
local, los problemas de inmigración de Ecuador, y sus derechos como mujer,
le hizo darse cuenta a Sara que a pesar de sus 23 años como doctora, tenía
aún mucho que aprender.

Como Lideresa
La confrontación de Sara frente a la vasta inequidad en Ecuador probó ser
transformativa. Ella cambió su estilo de vida, vendió sus dos autos, y comenzó
a involucrarse con la gente como iguales. Con un ingreso económico en
retroceso, pero una mayor apreciación de la vida humana, Sara abandonó sus
consultas médicas privadas para trabajar en las clínicas de atención pública de Foro Urbano, y también con Mujeres por la Vida para retar el patriarcado e incrementar la participación política de las mujeres.


        Susana Reyes
        Danzante y Coreógrafa
        Quito, Ecuador

“La nueva Constitución no es perfecta, pero implica grandes posibilidades de
construir una sociedad que sea verdaderamente humana, y que provea una
gran inspiración para todos… Esta representa recapturar los patrones ancestrales
de pensar y vivir, integrados hacia el presente. Su puesta en práctica está
basada en valores comunitarios… Es una Constitución profundamente
post-colonial.”

Orígenes
Susana Reyes nació en una cooperativa de mujeres lavanderas en un
improvisado y a veces violento barrio en el centro de Quito. Aún como niña,
ella sintió la poderosa compulsión de crear danza y teatro. “La mujer que fui
desarrollando entretanto sufrió mucho,” dijo ella, “mi madre fue una líder.”
Con méritos y becas, Susana estudió danza y arte en la universidad y otros
espacios profesionales.

Ruta de Vida
Susana tiene una carrera de muchas décadas como danzante profesional
haciendo performances en cinco continentes, coreógrafa, y directora de
La Casa de la Danza, una compañía de danza que ella fundó en 1993.

Como Lideresa
Ella se mantiene profundamente involucrada con su comunidad natal y
su centro de danza ocupa una renovada construcción colonial en el antiguo
distrito céntrico de Quito. Susana entrena cuadros de mujeres pobres –algunas
ex prostitutas o con antecedentes penales– en su estilo de danza como de
ceremonia con una transformativa filosofía de vida en sus pobres barrios a
lo largo de Ecuador. Adicionalmente, en su capacidad de danzarina, Susana
trabaja de cerca con hombres y mujeres del Ande, curadores y líderes chamanes.

        María Augusta Calle
        Presidenta del Comité de Soberanía en la Asamblea Constituyente
        Quito, Ecuador


“Este es el principio de un proceso revolucionario muy doloroso. Es más difícil
hacer una revolución en paz que con las armas.”

Orígenes
María Augusta Calle ha estado envuelta con un amplio rango de movimientos
sociales desde que tenía 18 años, que incluyen a movimientos multi-étnicos
indígenas tales como CONAIE y El Comité del Pueblo, grupos ambientales,
prensa alternativa y comunicaciones de coaliciones de activistas, y movimientos
internacionales populares y anti-autoritarios en América del Sur.

Ruta de Vida
Ahora como periodista, María es directora de TeleSur en Ecuador. En el 2008,
el periódico de ala-derecha El Comercio la acusó de tener vínculos con el grupo
rebelde colombiano las FARC. Ella rechazó estos cargos, y contraatacó con un
juicio anti-difamatorio en contra del periódico. Las acusaciones llegaron debido
su larga oposición del Plan Colombia, el apoyo financiero-militar de los Estados
Unidos y el programa anti-drogas en Colombia. El Plan Colombia ha incluido la
fumigación aérea de vastas regiones de Colombia y Ecuador, resultando en la
enfermedad de personas, animales, y el medio ambiente. María cree que el Plan
Colombia es parte de un plan para la dominación de los países de Latino América,
p
ara explotar y llevarse sus recursos naturales, que incluyen el petróleo,
minerales, bosques, y agua.

Como Lideresa
Elegida como miembro de la Asamblea Constituyente en el 2008, María fue
elegida presidenta del Comité de Soberanía, donde tuvo un liderazgo exitoso
en la incorporación de artículos controversiales como la prohibición de fuerzas
militares foráneas dentro de la nueva Constitución, y declarando a Ecuador
“territorio de paz”. Ella también defendió el control popular y la protección de
las diversas culturas y el mundo natural, y se opuso a la privatización de los
recursos naturales.
Paul Dosh, Nicole Kligerman, Jesús Valencia con Sara Proaño

        Monica Chuji
        Presidenta/Encargada, Asemblea Constituente Comité por
        
Recursos Naturales y Biodiversdad
        Quito, Ecuador

“Que haya un equilibrio, que se piense en una economía post-petrolera, que
se piense en una economía fuera de esta práctica extractivista.”

Orígenes

Buscando empleo, la familia de Mónica Chuji migró de su comunidad indígena
de origen al sur de Ecuador hacia la región petrolífera del norte. A una temprana
edad, ella acompañaba a sus padres en las reuniones de la comunidad,
sembrando en ella la importancia de la tierra y los recursos naturales en
Ecuador. Del clérigo local, Mónica aprendió que la sobrevivencia de la población
indígena de Ecuador y sus tradiciones requerían de una organización propia
y una iniciativa fuerte.

Ruta de Vida
Conducida dentro del CONAIE a través de posiciones de liderazgos locales,
Mónica participó en el levantamiento de 1990, que reclamaba por derechos
indígenas y demandas en Ecuador en la esfera nacional. Inspirada por los
resultados tangibles en las protestas de 1990, Mónica se unió a las
subsecuentes movilizaciones en 1992 y 1994. Convencida de la necesidad
de que las historias indígenas sean contadas en sus propias lenguas, ella
ayudó a organizar un festival de cine “indígena”, provocando una serie de
oportunidades educacionales. Mónica estudió temas ambientales en la
universidad, y ganó una beca para estudiar derechos indígenas en España,
y luego trabajó para las Nacionales Unidas en derechos inter-culturales
e indígenas.

Como Lideresa
En el 2006, el camino de vida de Mónica llegó a un punto alto cuando fue
consultada por el elegido presidente Rafael Correa para servir como secretaria
de prensa de éste, donde ella trabajó hasta su propia elección para la Asamblea
Constituyente de Ecuador en el 2007. Elegida presidenta de la mesa de trabajo de Recursos Naturales y Biodiversidad, la asambleísta Chuji presidió este comité durante los ocho meses de deliberaciones que tocaban varios de los temas más críticos en la Constitución de Ecuador del 2008 -incluía la prohibición de todas las formas de privatización del agua y el reconocimiento de las reglas inherentes de la naturaleza. Mientras la Constitución requería que el gobierno consultara con los pueblos indígenas acerca de la extracción de recursos, al final esto no
se pudo conseguir.